Las Voyager son, posíblemente, las naves más emblemáticas de la exploración espacial. Estas naves gemelas son las que más lejos han llegado de todas las mandadas por el ser humano al cosmos. Lo mejor de todo es que aún continúan su viaje y nos siguen aportando datos.
A finales de los años setenta coincidieron dos hechos importantes para la exploración espacial. El programa de sondas Mariner de la NASA era el primero, el segundo era la alineación de los planetas del sistema solar, un hito que solo ocurre cada 175 años. Una ocasión que no se podía dejar pasar.