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Starlink, hay más.

Starlink contaminación luminica y orbita baja

Hace unas semanas escribía sobre el Starlink de SpaceX. Según publica el portal SpaceNews el pasado 1 de Julio se perdió el contacto con 3 de los 60 satélites que se lanzaron de una sola vez. En la Anterior entrada sobre este tema comentábamos que las constelaciones de satélites de comunicaciones van a empezar a crecer como las setas con la consiguiente pérdida de calidad del cielo nocturno.

El tema no acaba ahí. La pérdida de satélites no es algo malo para el servicio, es más, es algo previsto. Por ejemplo, los satélites del sistema GPS lanzan unidades de reserva para mantener el servicio. En este caso, son entre 30 y 40 con 24 en activo. Su vida puede llegar a los 15 años, y se van reponiendo por tandas. Hasta aquí Starlink no inventa nada.

La diferencia es que Starlink se dedica a la comunicación y las distancias aquí sí afectan al servicio, ya que alargan los tiempos de transmisión y recepción. Para eso, se eligen órbitas bajas, más cercanas a las fuentes y los receptores, pero que al estar más abajo ven menos en el horizonte, igual que cuando te subes a un edificio alto, a más alto, más ves.

Las órbitas altas necesitan menos satélites, pero alargan los tiempos de transmisión, y eso no va bien si quieres dedicarte a las comunicaciones. La solución de SpaceX es poner más unidades en órbita (12000), pero a una órbita baja. 550 km de altura frente a los 20200 km de altura del GPS. A más distancia, también se requiere más potencia de transmisión, teléfonos o módems más grandes, satélites más grandes y más paneles solares y más cohete para lanzarlo… No está mal pensado lo de Starlink.

Los satélites, realmente se dejaron más abajo, a 440 km de altura, y se han colocado en sus órbitas finales después de un tiempo de viaje, excepto los tres que han fallado y otros cinco que están trabajando en ello.

Afortunadamente, tienen todo pensado (menos que se iban a ver como luciérnagas). Los satélites están en orbitas tan bajas que éstas acaban siendo su propio final. A esa altura aún existe rozamiento atmosférico, poco, pero ahí está, y el satélite acabará cayendo tras cinco años de periplo, un pelín menos que su vida útil de entre 5 y 7 años. Lo malo es que no se puede controlar la reentrada. Son pequeños, de 200kg frente a los 130.000 kg. Si la atmosfera pudo con la Mir, puede con esto. Solo que la Mir no se desintegró entera, está en el fondo del Pacifico y aún quedan buenos trozos. Esto no es lo mismo, pero alguna parte puede caer sobre ti (no alarmarse, hay mucho planeta).

Total, que si el ritmo de fallo se mantiene en el 5%, en unos años tendremos 60 satélites sin control que caerán después de unos años. La mayoría de los satélites se desorbitarán de forma controlada.

Os comentaba en la otra entrada que Starlink no era la única constelación. Oneweb tiene 6 de 648 ya en órbita desde febrero y Keppler Communicatios 2 de 140, el primero puesto en órbita en febrero de 2018.

No sé si seguiste mi consejo, por si acaso me reafirmo, Sal esta noche y mira el cielo, lo mismo en unos años lo tienes que hacer con un paraguas de acero.

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